COMENTARIOS ELEISON DCCLXXXIV (23 de julio de 2022): MATERIAL DE LECTURA
Permítame agradecerle que me haya enviado 7 volúmenes de sus escritos, 4 volúmenes de “Cartas del Rector” (1983-2003) y 3 volúmenes de “Comentarios Eleison” (2005-2019). No conocía este gran tesoro de historia, cultura, música y arte católico. La lectura de los libros ha sido una restauración “rápida” de la Verdad en la Fe, la historia y la cultura. Estoy recogiendo una cosecha de comprensión en mi corazón y mi alma, después de décadas de vagar por el desierto del modernismo. En un mundo de completo y total sinsentido, qué verdadera, qué refrescante, es la objetividad que usted mismo encontró, y siguió, en Monseñor Lefebvre. Creo que es el remedio para los torrentes y tormentos del subjetivismo y para la confusión que nos rodean hoy en día.
Cuando era niño, vivía en una hermosa y pequeña ciudad rural. En 1970, a la edad de 12 años, mis padres protestantes me llevaron con ellos al exilio, en los suburbios de una gran ciudad moderna, donde iba a experimentar prácticamente todas las consecuencias devastadoras de la vida de la ciudad moderna para una joven… y también del “hombre ocupando el lugar de Dios” a través del dinero y el materialismo, el consumismo, el colapso de la moralidad, el feminismo, el ecumenismo y la rebelión. Lamentablemente, mi familia fue radicalmente influenciada y afectada por todos estos destructores liberales y modernistas de la familia, del corazón y del alma. En este viaje perdí mi maravilla natural y mi amor naciente por Dios, a quien había empezado a amar en la belleza de la Creación en el pequeño pueblo de mi infancia.
A mediados de la década de 1970 asistí a una universidad de una gran ciudad, donde obtuve una “educación” completamente inútil con su supuesto “título”. Estaba segura de que si la verdad existía, no se encontraba en ese lugar. Afortunadamente, me convertí en una enfermera registrada en un maravilloso y antiguo hospital. Pero casi inevitablemente, el pecado, la propaganda anti-familiar, la inmoralidad, el daño emocional, las drogas, las tonterías supuestamente espirituales de la Nueva Era, hicieron estragos en mi vida, de modo que cuando me convertí en madre soltera de un pequeño y querido niño a finales de la década de 1980, supe que no sabía nada en absoluto sobre cómo cuidarlo o cómo amarlo realmente. Nunca quise “una carrera”, sólo buscar lo verdadero, y aprender a amar.
Por la gracia de Dios, en 1991 Él me reveló que su Hijo, Jesucristo está vivo, ¡resucitado! Lo que siguió fueron otros casi 20 años de Protestantismo a través de diez “Denominaciones”, luego más de 10 años de Catolicismo Novus Ordo, durante los cuales comencé a discernir cantidades cada vez más alarmantes de Protestantismo, ¡santo cielo! Recientemente, dos años de Tradición Católica, a través de la cual escuché de usted y de Monseñor Lefebvre y ahora la aclaración por la vía rápida de todas las cosas a través de sus libros. Por fin me doy cuenta de que hay luz al final del túnel del “hombre que ocupa el lugar de Dios”. Por favor, permíta me ofrecer una Escritura (Eclesiástico VIII:11-12) para expresar mi gratitud en la alegría de descubrir la preservación de la Verdad en, de y para, la Santa Iglesia de Dios:
“No dejes de oír lo que cuentan los ancianos, porque ellos lo aprendieron de sus padres.
Pues aprenderás de los mismos, discreción y el saber dar una respuesta cuando fuere menester”.
Lectores, no hace falta decirlo, pero también es necesario decir, que toda y cualquier gloria por cualquier verdad y bondad que esta alma peregrina encuentra en estos siete libros corresponde a Dios, y el resto proviene de nosotros. Nótese también lo sabia que es esta mujer en determinados momentos al reconocer cómo Dios se sirvió de sus mismas miserias para conducirla con más fuerza a la Verdad.
Kyrie eleison.
Que nadie se desespere de los tiempos malos –
Dios puede escribir derecho en los renglones más torcidos.
P.S. Para obtener los siete libros, para consultas, hughakins@comcast.net para pedidos, http://www.ca-rc.com