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COMENTARIOS ELEISON  DCCLXV  (12 de marzo de 2022):  ¿GUIA  VOCACIONAL?

Incluso hoy en día los jóvenes pueden intuir que tienen una vocación religiosa, y entonces pueden acercarse a sus mayores para pedirles consejo. Pero la Madre Iglesia se encuentra actualmente en un gran apuro, por lo que no es fácil aconsejarles. Lo que sigue puede parecer bastante negativo, pero es un intento.

Queridos jóvenes.

El suyo es un noble deseo de servir a Dios, pero en la crisis actual de la Iglesia, no se sorprendan ni se decepcionen demasiado si encuentran obstáculos especiales en su camino. Desde los años 60, cuando los eclesiásticos del Vaticano II separaron deliberadamente la Autoridad de Nuestro Señor de la Verdad de Nuestro Señor, todos los católicos se han visto obligados a elegir entre aferrarse a Su Autoridad a costa de Su Verdad, o adherirse a Su Verdad a costa de tener que desobedecer lo que parece ser Su Autoridad.  Ahora ustedes, Dios los bendiga, persiguen una vocación en el movimiento de la Tradición Católica, es decir, se aferran más a la Verdad inmutable que a la Autoridad aparente, pero esto significa que corren el riesgo de no tener por encima de ustedes un representante claro de la propia Autoridad de Dios.

Esto significa que vas a entrar en contacto con una variedad de servidores de la Tradición Católica enfrascados en amargas y más o menos escandalosas peleas entre ellos, porque ya no existe por encima de ambos esa Autoridad a la que ambos podían dirigirse para resolver su disputa. Ya sea que su disputa fuera personal o, más importante, doctrinal, de cualquier manera había una Autoridad jerárquica capaz de pronunciarse sobre su diferencia, y de imponer, si fuera necesario, un acuerdo. La falta de tal Autoridad es el precio que los tradicionalistas católicos pagan, por así decirlo, por aferrarse a la inmutable Verdad Católica.   Y este es un estado de la Iglesia que debe durar al menos hasta que Dios intervenga, como ciertamente lo hará, para poner al Papa de nuevo en pie, para restaurar la Autoridad y volver a unir la Autoridad Católica y la Verdad Católica.

¿Qué significa todo esto para ustedes?  Sigan persiguiendo su vocación, no renuncien aún a la búsqueda, pero resígnense de antemano si resulta ser un lujo inalcanzable. La Iglesia está ahora mismo marchando en el desierto con raciones de hierro. La humanidad ya no tiene derecho, como antes, a una abundancia de buenos Superiores que sepan reunir y mantener en equilibrio una comunidad religiosa. Dios puede muy bien hacer tales Superiores de los despojos humanos, pero no estará dispuesto a hacerlo si nuestro último estado sólo sería peor que el primero, ¡ay!  Todos nosotros hoy, somos seres más o menos desintegrados, fruto de siglos de liberalismo. ¿Cómo hacer una comunidad integral con miembros desintegrados?  ¿Y bajo un Papa desintegrado?  Humanamente, es una tarea muy difícil.

Por tanto, tengan una confianza ilimitada en el Dios al que desean servir, en el Sagrado Corazón de Jesús, pero no se dejen nunca decepcionar por los hombres, y no se sorprendan nunca si Él escribe en el cheque en blanco que deben darle algo diferente de lo que esperaban.  En la medida de lo posible, eviten criticar a los eclesiásticos que se encuentran en dificultades en una Iglesia que, en efecto, carece de líderes. Por el contrario, tened una gran compasión por todas las víctimas del impío siglo XXI, ya sean clérigos o laicos, porque nunca antes el mundo ha sido a tal punto un “valle de lágrimas”. Sigan a la Providencia, porque Dios puede haber previsto para ustedes una casa religiosa en la que puedan realizar la vocación que les haya inspirado. Sólo el cielo sabe cómo necesita nuestro mundo sus oraciones y su devoción al Dios que él desprecia. 

Así que tengan valor, recen el Santo Rosario todos los días, cinco Misterios por lo menos, preferiblemente quince si es posible, y la Virgen cuidará de ustedes y los llevará, por cualquier camino, a su divino Hijo.

             Kyrie  eleison.

Para servir a Dios, nunca podemos ser demasiado pobres –

Su ajuda está siempre “más cerca que la puerta”.