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COMENTARIOS ELEISON DCCXLI (25 de Septiembre de 2021) : ESCENARIO PLAUSIBLE
Un fraile norteamericano, de nombre Hermano Alexis Bugnolo, pinta un cuadro dramático de nuestro futuro próximo en un video-clip que muchos lectores ya habrán visto, pero que a todos les conviene conocer, no porque todo vaya a suceder necesariamente exactamente como él lo prevé, sino porque algo así debe suceder, dadas las fuerzas que ya están en juego a nuestro alrededor. En el siglo pasado, los pecados de la humanidad fueron suficientes para “soltar los perros de la guerra” en dos grandes guerras mundiales. Desde 1945 los perros de la guerra han ladrado mucho, pero no han mordido como en 1914-1918 o 1939-1945. Sin embargo, a partir de los revolucionarios años sesenta, la humanidad en su conjunto ha pecado mucho más gravemente que nunca por la forma en que ha dado la espalda a Dios. Así que, ¿cuánto más pesado debe ser el castigo de la guerra? El Hermano Bugnolo nos da una idea en este resumen adaptado de su video-clip –
Los fabricantes de las diversas “vacunas” de Covid conocen la ciencia y no son estúpidos, así que sabían perfectamente que sus “vacunas” podían matar. De hecho, se diseñaron para matar, si no inmediatamente, al menos en unos pocos años, de modo que la humanidad aún con vida sería mucho más fácil de esclavizar y controlar. Y a estas alturas, alrededor del 40% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de una “vacuna” contra el Covid. Un auténtico experto (y no uno fabricado por los medios de comunicación), el virólogo francés y premio Nobel Luc Montagnier, ha calificado la vacunación masiva contra el coronavirus de “impensable”, y de error histórico que está “creando las variantes” y provocando muertes por la enfermedad. Afirma que las variantes de los virus pueden producirse de forma natural, pero ahora es la vacunación artificial la que está impulsando el proceso: “Las nuevas variantes son una producción, y resultan de la ‘vacunación’. Se ve en cada país, es lo mismo: y en cada país las muertes siguen a la ‘vacunación'”.
En los próximos dos años corremos el riesgo de ver un gran número de muertes entre los vacunados, por lo que será mejor que empecemos a prepararnos espiritualmente para ello. Algunas personas van a quedar impactadas por la magnitud de la muerte, van a perder la cabeza. Otros, ahora creyentes, también van a perder su fe. Preguntarán: “¿Dónde está Dios?” y “¿Por qué Dios no impide esto?”. Sin embargo, cuando un hombre se lanza por un acantilado, ¿está Dios obligado a suspender las leyes de la gravedad para evitar que muera? El hombre eligió libremente suicidarse. Normalmente, Dios no interferirá en el uso que un hombre haga del libre albedrío que Dios le otorga. De hecho, al permitir el disparate del Covid, Dios está satisfaciendo el deseo de muerte suicida intrínseco a una post-cristiandad que rechaza a Cristo. Sin embargo, cualquier persona con cerebro ha tenido tiempo suficiente para examinar la scamdemia y ver que era falsa. Como cristianos estamos obligados a comprobar todo para ver si es verdad o no, y a aferrarnos sólo a lo que es bueno (I Tes. V, 21). Si ignoramos esto y salimos corriendo a buscar la inyección sólo para poder ir de viaje, entonces somos idiotas y cobardes – no estamos viviendo de acuerdo a la verdad.
Así, la falsa paz en la que vivimos ahora es como el verano de 1914, antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. Nadie tenía entonces la menor idea de que en los tres o cuatro años siguientes serían
mat
adas alrededor de
16
millones de personas. Aquel fue un verano en el que la gente todavía disfrutaba viajando por Europa en paz. De hecho, si casi todos los controles del Covid están desapareciendo por ahora, al menos en el hemisferio norte, es como si nos hubieran dado este verano para engañarnos. Quieren que pensemos que no pasa nada. Saben que pronto empezarán a producirse muertes como consecuencia de las inyecciones. Y en cuanto a los que no hemos sido inyectados, seguirá habiendo graves alteraciones de la economía y de la seguridad nacional y local. No habrá suficientes ambulancias ni funerarias para llevarse a los muertos, muchos de los cuales se habrán inyectado, por lo que podrían estar muertos. Como cristianos tendremos que dar un paso adelante y llenar el vacío. Por ello, todo el mundo debería comprar un traje para materiales peligrosos, ya que es muy probable que se le pida que ayude a llevar a los muertos a la tumba.
Se puede estar en desacuerdo con el Hermano en cuanto al traje de protección, pero es menos fácil estar en desacuerdo con su visión general.
Kyrie eleison.
¿Son las “vacunas” Covid realmente una verdadera amenaza?
Por desgracia, ¡pueden ser todavía mucho más mortíferas!