
COMENTARIOS ELEISON DCCXLV (23 de Octubre de 2021) : “NUEVA NORMALIDAD” ?
Un valiente sacerdote, el P. Ed MacDonald, antes de la FSSPX, ahora de la “Resistencia” de Australia o Nueva Zelanda, publica una revista Tradicional propia titulada La rueda rota. Para su tercer número, que apareció el mes pasado, cuando la toma de poder por parte del Covid está dando lugar a que se hable mucho de “la nueva norma” y la “nueva normalidad”, escribió un interesante editorial sobre lo que es “normal”, y dio una respuesta que es totalmente católica si se piensa en ello, pero que en realidad es anormal para muchos católicos de hoy. Ellos – nosotros – todos nosotros – tenemos que pensar más. He aquí un resumen, de una cuarta parte de la longitud del original del P. MacDonald – https://tradidi.com/resources/the-broken-wheel-issue-3.12/
Los dirigentes del mundo actual nos dicen que vamos a tener una “nueva” normalidad. Está claro que será algo artificial o artificioso. Entonces, ¿qué es lo “normal”? Para los seres humanos la norma o regla de nuestra vida su la tierra es Conocer, Amar y Servir a Dios. Por eso “Dios me hizo”. Si no conozco a Dios me he desviado de la norma. Si no amo a Dios, o si me niego a servir a Dios me estoy comportando de manera anormal. Sin embargo, en 2021 ni nosotros ni nuestros padres hemos tenido mucha experiencia de una sociedad normal. Por ejemplo, pocos de nosotros hemos sido bendecidos con una vida familiar normal, y aún menos individuos han vivido de acuerdo con la norma de santidad para la que Dios nos destinó. Nos hizo para el Cielo. Sólo los santos entran en el Cielo. Sólo los santos han vivido de acuerdo con la norma de Dios. Sólo los santos son, o han sido, verdaderamente normales.
Durante más de cien años, el comportamiento desviado se ha presentado como normal. Nos hemos acostumbrado a ello y no lo odiamos ni lo detestamos como deberíamos. La práctica pública de las falsas religiones es un grave mal. La anticoncepción, el aborto, la eutanasia y el divorcio son anormales. Un hogar donde no se respeta a los padres es anormal. Pero en Occidente hemos tolerado y convivido durante tanto tiempo con estos comportamientos desviados que nos cuesta imaginar cómo sería una sociedad católica. A todos nos ha gustado “vivir la vida que elegimos“. La estafa del Covid ha puesto fin a esos días. Se han ido para siempre. Nunca fueron normales. Ahora añoramos aquellos días de libertad desenfrenada, que en realidad era una libertad para hacer el mal. Era un castillo de naipes construido sobre la arena. No hay libertad que no esté basada en la Verdad. Deberíamos alegrarnos de que esos días hayan terminado con sus pecados endémicos. Ahora vivimos bajo un sistema comunista abiertamente totalitario, en el que unos pocos hombres, servidores directos de Satanás, controlan todos los gobiernos occidentales. Tenemos el Reino de Satanás en la tierra. Este no es un problema político y no tendrá una solución política. Es una tontería que los católicos luchen por una restauración de la sociedad anormal que acaba de terminar, una sociedad sin Cristo como Rey.
Por lo tanto, cada uno de nosotros debe preguntarse: ¿Es normal mi hogar? ¿Es Cristo verdaderamente Rey en ese pequeño rincón de la creación sometido a mi autoridad? Si no es así, debemos hacer lo posible para lograr la sujeción de nuestros propios hogares a Cristo Rey, empezando por el rosario familiar diario. Debemos obedecer a la Virgen, y guardar los Primeros Sábados, con la intención consciente de reparar las blasfemias contra Ella. Debemos rezar intensamente para que el Papa con todos los obispos consagre a Rusia a su Corazón Inmaculado. Debemos hacer penitencia por nuestros propios pecados, por los pecadores, por los pecados públicos del Papa y de la jerarquía de la Iglesia, y por los pecados públicos de nuestros dirigentes políticos. Debemos rogar a la Virgen que envíe un líder que levante un ejército cristiano para conquistar a los enemigos de Dios, y que instituya un orden civil católico.
Dios está al mando. Él permite estos días malos para que seamos justamente castigados por nuestros pecados. Si nos arrepentimos y enmendamos nuestra vida, el mundo entero será bendecido. Esforzaos por adquirir esa relativa perfección que Dios quiere para vosotros. Un alma santa beneficia más a la Iglesia y al mundo que un número incontable de católicos mediocres.
Kyrie eleison
La política sustituyó a la religión, despreciando a Dios.
Hasta que lo tengamos claro, ¡esperemos su vara!