
COMENTARIOS ELEISON DCCXXXII (24 de Julio de 2021) : La VIDA es PRECIOSA
“Y entonces el inicuo (el Anticristo) se revelará y el Señor Jesús lo matará con el aliento de su boca y lo destruirá con su aparición y su venida. La venida del inicuo por la actividad de Satanás será con todo poder y con señales y prodigios falaces, y con todo engaño inicuo para los que han de perecer, porque rehusaron amar la verdad y así ser salvos. Por eso, Dios envía sobre ellos una operación de error, para hacerles creer lo que es falso, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron en la verdad, sino que se complacieron en la iniquidad” (II Tes. II, 9-11).
Si muchos de los profesionales serios que han estudiado el contenido de la inoculación del Covid tienen razón, muchos miles de los inoculados ya han muerto por ello. Pero lo peor está por llegar, dicen, porque lo que la inoculación provoca es la paralización de las propias defensas inmunitarias naturales del organismo, de modo que cualquier otra exposición a los virus puede ser fatal, sobre todo a partir de este otoño con la reapertura de la temporada de gripe. Queda por ver si esta funesta profecía es cierta, pero teniendo en cuenta el daño en muertes y lesiones que ya ha causado la llamada “vacuna”, la profecía parece muy posible, si no probable, y si resulta ser cierta, habrá un gran número de personas muy enfadadas.
Que se enfurezcan con todos los propagandistas que les mintieron diciendo que la “vacuna” era segura y eficaz, políticos, periodistas, médicos y demás, es una cosa. El problema es que tendrán la tentación de culpar a Dios, y pueden recurrir a citas como la anterior para probar su punto. Entonces, en la calma que precede a la posible tormenta, veamos esta cita que no es la única de este tipo. Entonces, ¿cómo puede Dios enviar positivamente una “operación de error, y en segundo lugar, qué Le da derecho a imponer Su idea de “Justicia”?
En primer lugar, Dios es la Bondad absoluta porque es el Ser absoluto, sólo la falta de ser puede ser mala. Es absolutamente imposible que Dios cause directamente el mal moral. Lo que sí puede hacer es causarlo indirectamente al no dar la gracia o las gracias que habrían impedido que ese mal moral se produjera. En ese caso, Él no está actuando positivamente, sino que se abstiene de actuar, o actúa negativamente, para permitir que el mal se produzca. Esas gracias que habrían evitado el mal, Él es totalmente libre de darlas o no darlas, y si las diera siempre, estaría en efecto impidiendo que los seres humanos ejercieran su libre albedrío y merecieran el Cielo. Pero un Cielo no merecido no podría tener la calidad de un Cielo merecido, por lo que vivimos en este “valle de lágrimas” – Dios nos creó sólo para lo mejor, incluso si eso requería el “daño colateral” de un “valle de lágrimas” en el que la mayoría de todas las almas creadas elegirían el infierno (Mt. VII, 13-14).
En segundo lugar, ¿quién hizo verdad a la verdad”? ¿Quién hizo que “falso” sea falso? ¿Y por qué “verdadero” es “justo”? ¿Y por qué lo “falso” es “injusto”? Respuesta, Dios creó el universo para que fuera el hogar de la humanidad como un todo ordenado compuesto por muchas partes. El orden de Dios en nuestro hogar es verdadero (corresponde a la mente de Dios), es bello (los habitantes de las ciudades modernas siguen saliendo de ellas los fines de semana para disfrutar de las bellezas de la Naturaleza/Orden de Dios) y es bueno (ese Orden es real, está en la Naturaleza, no es sólo un invento de mi imaginación). Por lo tanto, el Orden de Dios es verdadero, bello y bueno en toda Su Creación, y Dios creó mi alma de la nada para darme un número de años de vida suficiente para que mi libre albedrío pueda elegir sea reconocer esa bondad en Su Creación y amar al Creador por darme la oportunidad de ir a Su Cielo para la dicha eterna; o negarme a reconocer la bondad del Creador en y detrás de Su Creación, y en Su oferta absolutamente maravillosa de dicha eterna a cambio de unos pocos años de mi observación de la verdad y la justicia de Su Orden. En resumen, la verdad y la rectitud no son arbitrarias, sino que se basan en lo que es, en mi fe en su bondad y en mi sumisión a ella.
Kyrie eleison.
“¡Cuando nací, no acepté el infierno!”
Dios te dio todo lo que necesitabas para vivir bien.