
COMENTARIOS ELEISON DCCLXXXIII (16 de julio de 2022): OTRO TESTIMONIO
He aquí un joven más rescatado de la impiedad por el Rosario y por algunas aportaciones del autor de estos “Comentarios”. Nótese en particular cómo su supuesta “educación” tuvo que comenzar con la condena del sentido común para dar paso a sus propias tonterías. Típico. Siga leyendo –
Siento una fuerte necesidad de expresarle mi gratitud por su material en línea y mi apoyo a su mensaje para los católicos en nuestro mundo moderno. Vivo en el norte de Escocia, y después de un largo proceso de conversión y de rechazo gradual a la Neo-iglesia, finalmente me bauticé este año en la Vigilia Pascual en la capilla de la FSSPX en Edimburgo. Que yo sepa, aquí no hay ningún sacerdote de la “Resistencia”, pero el sacerdote de la FSSPX tiene sentido común y me ha resultado muy útil y tranquilizador.
Vengo de una familia liberal, pero dejé de asistir a la misa nueva por la heterodoxia en la parroquia local, y luego dejé la misa de Indulto por las órdenes sagradas ligeramente dudosas de los sacerdotes del Novus Ordo. Sin embargo, en general, sólo después de haber abandonado, empecé a mirar hacia atrás y a ver la cuestión doctrinal más profunda. Ahora creo que veo con bastante claridad el problema mayor, y una gran gracia por la que debo estar siempre agradecido a Dios es que creo que ahora veo muy bien el mundo moderno por lo que es, y cómo se ha metido en los eclesiásticos. Esto se lo debo en gran parte a sus sermones y conferencias.
¿Y cuál es ese problema? En un curso universitario de sociología al que asistí brevemente durante mi último año de preparatoria, hace unos seis años, la primera lección que vimos fue Sociología versus Sentido Común… ¡Pffff! Esencialmente nos dijeron que el sentido común era sólo suposiciones y estereotipos al revés y que sólo mediante la sociología y la ciencia podíamos entender realmente a los seres humanos y al mundo. Había leído la Introducción a la Ideología Alemana de Karl Marx, donde éste expone su teoría materialista histórica “científica” de la historia y el progreso humano. Sumé dos y dos y me di cuenta de que la “ciencia” y el “progreso” eran profundamente opuestos al sentido común, lo que recuerdo que me causó una profunda y duradera impresión. Creo que en aquel momento esto me hizo sentirme superior a los demás. Yo era el ilustrado Sr. Ciencia mientras ellos estaban en la oscuridad del sentido común. Por supuesto, la Providencia estava actuando, porque una vez que estuve en proceso de conversión a la Fe y luego descubrí su conferencia sobre Pascendi, puede imaginar mi sensación de “¡Eureka!”. Tal vez no logré aplicar inmediatamente todos los principios expuestos por Pío X, pero ciertamente se me metieron en la cabeza rápidamente, y con el tiempo se hizo más y más claro cómo son exactamente aplicables a nuestra situación. ¿No dijo una vez que el mundo moderno es algo así como la Matrix? – ¡una vez que tomas la píldora roja, no hay vuelta atrás!
Debo decir, Excelencia, que el Rosario ha sido importantísimo en todo esto y en traerme otras innumerables gracias, y estoy seguro de que sin rezarlo no estaría tan bendecido con lo que ahora veo y tengo. Empecé a rezarlo antes de lo que iba a ser mi bautismo en el Novus Ordo. Aunque no creo que supiera especialmente lo que estaba haciendo, rezaba quince Misterios al día durante unos 40 días antes para que cuando llegara el día tuviera el valor de decirle al sacerdote que no me adelantaría. Y me fui al Indulto, que volví a dejar unos meses después. Aunque no he conseguido mantener el ritmo de quince Misterios al día, sí he conseguido cinco y he procurado que sean siempre de oración y meditación. Es cierto que hay algo en el Rosario que permite al alma di echare afuera el mundo moderno.
Veo problemas en la Fraternidad, como usted dice, en particular una cierta minimización o ceguera ante el problema de la Roma modernista y el mundo moderno. Pero creo que todavía hay muchas cosas buenas en la Fraternidad y ciertamente muchos buenos sacerdotes. Desde luego, tenemos la suerte de contar con nuestro sacerdote de la FSSPX en Edimburgo…
Kyrie eleison.
Pascendi para la mente, cuentas para el corazón –
Una poderosa combinación: el arte del cielo !