
COMENTARIOS ELEISON DCCLXXIX (18- VI – 2022) : TESTIMONIO SOBRE EL ROSARIO
Nací en 1958 y hasta 1988 viví en mi Polonia natal. En 1988 emigré a los Estados Unidos y desde entonces vivo allí. El inicio de mi devoción diaria del Rosario comenzó el 5 de enero de 2009, en la iglesia dirigida en Phoenix por los Padres de la SSPX, cuando -por primera vez en 38 años- asistí a la Misa de Todos los Tiempos, y desde ese día la Misa Tridentina ha sido la única a la que asisto. El sacerdote que dijo la Misa fue el Padre Burfitt, de la SSPX, un sacerdote dedicado que me ayudó significativamente en mi regreso a Dios.
Así que mi Rosario diario comenzó con mi regreso a la Misa Tridentina y a la Tradición Católica. Era la época de la Cruzada del Rosario que Monseñor Fellay declaró para la Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María, y yo participé con entusiasmo en ella. Cuando la Cruzada terminó, simplemente continué con mi Rosario diario que, debido a la gracia de Dios, se ha convertido en mi segunda naturaleza. Además, estudiando intensamente la situación de la Iglesia, el papel del Concilio Vaticano II, algunas de las últimas apariciones de la Virgen (La Salette, Fátima, Akita, y otras) y, sobre todo, escuchando sus peticiones tan insistentes de rezar el Rosario diario y de cumplir la devoción de los Cinco Primeros Sábados, me di cuenta de que, como católico, tenía que responder.
El 30 de junio de 1877, en Gietrzwałd, en una de las raras apariciones marianas aprobadas de Polonia, la primera pregunta que le hizo a la Virgen Justyna, una niña de trece años, fue: “¿Qué quieres, Santa María?”. La respuesta que recibió fue: “Quiero que reces el Rosario diariamente”. Además, para nosotros los polacos, la Virgen tiene el título honorífico de Reina de Polonia, ¡es nuestra Reina! Como siempre lo ha sido. ¿Cómo puede entonces rechazar la petición de su Reina? – Es imposible.
¿Cómo cambió entonces mi vida el Rosario diario? De manera significativa. Incluso diría que “lo cambió literalmente todo”: mi horario diario, mi forma de pensar, mi vida espiritual. Mis prioridades han cambiado y mi comportamiento. Ahora, el Santo Rosario forma parte inseparable de mi vida y la afecta de una manera que antes ni siquiera habría imaginado. Me da paz interior, me aleja de las cosas mundanas. Creo que me ayuda a controlar mejor mis vicios y debilidades. Dirige mis pensamientos, mis deseos, mis intereses hacia las cosas celestiales, hacia nuestra última meta católica, que no es otra que el Cielo. Lo que noto particularmente es que el rezo del Rosario también me da fuerza en nuestro combate espiritual diario contra las tentaciones, con todas esas cosas malas de las que estamos rodeados en nuestro mundo cada vez más impío. Estoy seguro de que es la Virgen, Mediadora de todas las gracias, quien me apoya tan generosamente con las gracias que necesito.
También ha habido algunos cambios bastante dolorosos en mi vida causados por mi regreso a la verdadera Misa y a la Tradición, incluyendo el Santo Rosario tradicional. Es el hecho de que algunos de mis amigos y familiares católicos más cercanos no aceptaron mi regreso. Algunos de ellos incluso me llaman “cismático”. Al principio me sorprendió bastante, pero ahora me he acostumbrado. Sigo tratando de influir en ellos personalmente con la verdad católica, pero me apoyo mucho más en medios sobrenaturales como la oración y los sacrificios, con la esperanza de que un día vuelvan a entrar en razón y regresen a la Verdad.
Hace tres meses mi hijo mayor me dijo que después de años de dejar la Iglesia había vuelto, y que ahora asiste regularmente a la Misa de Todos los Tiempos. ¡Qué alegría cuando lo escuché! Sigue rezando, me digo a mí mismo, es sólo cuestión de tiempo… ¡Reina del Santo Rosario, Ruega por nosotros!
Kyrie eleison. Cuántas almas ha salvado el Rosario! Con él, el camino al Cielo está ciertamente despejado.¡